En un contexto de alerta como el hacinamiento, nos encontramos con problemas de delimitación de espacios: los ambientes no están preparados para la cantidad de gente que albergan y esto hace que los espacios propios pasen a ser nulos.

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La privacidad e intimidad en este contexto se ven profundamente afectadas y cosas tan básicas como el cambiarse de ropa, se vuelven muy incómodas por la falta de privacidad. 

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De esta necesidad nace Mio, un producto que permite al usuario cambiarse de ropa cómodamente, de manera independiente y sin ser visto, resguardando así su privacidad e intimidad.

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